Ensayo 17


En España no somos liberales. Es una observación simple de lo que es el comportamiento intolerante o poco respetuoso a las libertades ajenas. Y esto tiene consecuencias prácticas que deben tener en cuenta los decisores. Voy a poner dos ejemplos:

1) Las cámaras de vigilancia en la vía pública. Desde hace tiempo ya se usan en los centros privados con bastante libertad, pero hay quien puede esgrimir que la vía pública no es una opción, sino de obligado uso, y que su privacidad estará amenazada. Cierto. ¿Importancia del argumento? Ninguna. No somos liberales. Cuando se produce un crimen o se podría haber evitado, somos los primeros en alzar la voz. Por lo tanto, adúlteros y adúlteras del mundo, saldrán perjudicados en beneficio del resto de comunes.

En cuanto al uso de software de reconocimiento facial y bases de datos de predelincuentes (en lo que nos convertimos), se aplica la misma regla: no somos liberales, y no tenemos que decidir como tales. No sé si me voy explicando. Otro ejmplo.

2) Obligatoriedad de pagar los servicios pofesionales con tarjeta, y de resto de servicios en un futuro no muy lejano. Mismo razonamiento simple: ¿A quién le importa su libertad para manejar dinero en metálico? A nadie. A todos nos importa más que no se defraude al fisco con una facilidad asombrosa.

En fin, que uno puede ser liberal, pero si se queda en solitario eso significa que es uno el equivocado. A la gente hay que tratarla como se merece, para bien y, como en estos casos, para mal. El liberalismo por muy moderado y realista que sea, choca de bruces con la realidad social. Y es a la sociedad actual a la que hay que mejorar, sin esperar a que ella mejore por sí sola con los buenos razonamientos.


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